Querida Sandra:
Desde que el viernes tu padre fue cobardemente asesinado en tu presencia y la de tu madre, no he dejado de pensar en vosotras y en tus hermanos. Hace 28 años -tú todavía no habías nacido y probablemente el que descerrajó los tiros contra tu padre tampoco- mi padre murió de la misma forma, tiroteado delante de mis hermanas.