Martitegi y su defensa han llegado a un nuevo acuerdo de conformidad con la Fiscalía en la Audiencia Nacional, después de aceptar el mes pasado seis y dos años y medio de prisión por quemar un concesionario en el año 2000 y por actos de kale borroka durante las fiestas de Galdácano el mismo año.
La Fiscalía pedía en sus conclusiones provisionales diez años de cárcel para Martitegi y Asier Borrero, también ex miembro de ETA e implicado en el intento de atentado al ahora ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, acusados de un delito de tenencia, fabricación y colocación de explosivos con finalidad terrorista.
Después de que el juez Alfonso Guevara les expusiera los términos del acuerdo entre el representante del Ministerio Público y sus defensas, ejercidas por los abogados Alfonso Zenón y Jone Goirizelaia, ambos acusados han reconocido los hechos y han aceptado la pena de seis años de prisión.
Según el relato fiscal, los hechos ocurrieron el 31 de enero de 2008, cuando dos vecinos de Getxo hallaron un barril de cerveza con cables y oculto entre arbustos. Tras ser alertados, varias patrullas de la Ertzaintza acudieron al lugar y agentes de la unidad de desactivación de explosivos consiguieron inutilizar el artefacto oculto en el barril.
A los dos acusados, la Fiscalía les considera responsables de la fabricación y el traslado del explosivo, con el que pretendían “cometer una acción” que, aunque no ha podido determinarse, “tendría como fin alterar la paz pública y subvertir el orden constitucional” y que, de no haber sido neutralizado, «hubiera podido producir una exposición de gran alcance».
El artefacto contenía 30 kilogramos de un conjunto explosivo denominado por ETA como “amonitol”. Según la Fiscalía, «dada su gran potencia era apto para ocasionar muy graves daños, tanto a las cosas como a las personas que, eventualmente, se hallaran próximas al lugar, sin perjuicio del riesgo cierto que corrieron los agentes que procedieron a desactivarlo».
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