Nueva foto para la infamia en esa carrera del PSOE para blanquear a Bildu, partido convertido en socio preferente de Pedro Sánchez y de cuyo apoyo depende la supervivencia del presidente socialista en La Moncloa. Eneko Andueza, nuevo secretario general de los socialistas vascos, se ha reunido este miércoles con Arnaldo Otegi en la sede de la formación proetarra, en Bilbao. Un gesto inédito del que los socialistas han presumido, difundiendo las imágenes entre ambos con el mensaje: «Cumplimos».
El encuentro se produce en pleno debate por la contrarreforma laboral del Gobierno socialcomunista, que genera grandes reticencias en Bildu. Desde hace días, Moncloa trata de salvar la aprobación de su reforma legislativa buscando el apoyo de sus socios de investidura, entre ellos la formación de Arnaldo Otegi, que exigen modificaciones de calado.
Pero, más allá, el PSOE corrobora así a los albaceas del testamento político de ETA como aliados de primer orden. Un perfil que ya se ha demostrado en algunas votaciones decisivas para la supervivencia política de Sánchez, como la investidura o los Presupuestos Generales del Estado. Desde el PSOE vasco se afirma que el encuentro se enmarca en la ronda de contactos que realiza la nueva dirección con partidos, organizaciones sindicales y agentes sociales vascos.
La reunión se produce apenas un mes después de que Otegi promoviese al ex jefe de ETA David Pla, el encapuchado que leyó el último comunicado de la banda terrorista en 2011, como responsable del Marco de Orientación Estratégica (vicesecretaría tercera) de Sortu, el partido que representa la espina dorsal de Bildu.
Pla y Otegi compartieron carrera en la banda terrorista. El hoy dirigente de Bildu ingresó en ETA-militar en 1984, cuando los polimilis a los que pertenecía, y con quienes ya había cometido varios delitos, decidieron disolverse. Lejos de abandonar las armas, Otegi decidió proseguir la «lucha armada». Fue condenado por la Audiencia Nacional en 1989 a seis años de cárcel por el secuestro en 1979 del director de la fábrica de Michelín Luis Abaitua, pena que cumplió entre 1987 y 1993. Según la sentencia, actuó «dando cumplimiento a las consignas y órdenes recibidas de la cúpula de ETA». Volvió a ser condenado a pena de cárcel tras ser condenado en 2012 por intentar reconstruir el partido ilegalizado Batasuna bajo las órdenes de ETA.
El anfitrión del líder de los socialistas vascos en la reunión de este miércoles en Bilbao nunca ha condenado la violencia etarra. Hace unas semanas felicitó la Navidad fotografiándose con una biografía hagiográfica de Domingo ‘Txomin’ Iturbe, el terrorista que estuvo al frente de ETA durante su etapa más sangrienta, los llamados “años de plomo” (1978-1980), con más de 200 víctimas mortales.
Por si no estuviera suficientemente claro que los de Otegi son los legatarios de ETA, otra prueba más: Bildu propuso ayer que José Luis Álvarez Enparantza Txilllardegi, uno de los fundadores de la banda terrorista y miembro de Batasuna, reciba la Medalla de Oro de Guipúzcoa.
«Progresistas y de izquierdas»
Ninguno de estos antecedentes han sido obstáculo para que el nuevo líder del socialismo vasco se presentara en la sede de Bildu para departir con Otegi. Desde que se convirtiera en un aliado decisivo para Sánchez, los gestos del Gobierno y los socialistas con Bildu son cotidianos. Entre las decisiones más visibles está el acercamiento de presos de ETA, cuyo traslado a cárceles próximas al País Vasco y Navarra culminó el pasado noviembre. El propio ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, admitió entonces que todos los internos terroristas se encuentran ya a menos de 200 kilómetros de su casa.
El Gobierno, además, se ha mantenido de perfil en los homenajes a etarras y ha evitado tomar medidas, como le exige la ley. De hecho, hace unos días, Podemos, socio de Pedro Sánchez, salió a la calle para apoyar las casi 200 concentraciones que pedían beneficios penitenciarios para los etarras y el acercamiento definitivo de todos ellos a las cárceles vascas.
El nuevo líder de los socialistas vascos, hombre de la máxima confianza de Sánchez, siempre ha participado del blanqueamiento de Bildu. «Es progresista y de izquierdas y tenemos espacios de acuerdo», afirmó en su día. Poco después de asumir el cargo, Andueza abrió la puerta a un Gobierno de coalición con este partido tras las próximas elecciones autonómicas: «El tiempo nos dará las claves de si estamos o no preparados para cosas grandes».
«Espacios de acuerdo»
En otra ocasión, Andueza consideró una «muestra de normalidad» las relaciones de Sánchez con Bildu y recordó que la formación mantiene contactos con los proetarras desde hace tiempo. «Es algo que ocurre día a día en el País Vasco», destacó. «Sé que habrá partidos que les parezca poco menos que mentar al diablo pero eso es normalidad», añadió.
Explicó que «en Madrid las cosas se ven con otra perspectiva». «Pero hemos hecho pedagogía, hemos dialogado mucho con nuestros compañeros en Madrid y lo que va a hacer el PSOE es lo que se debe hacer en democracia que es hablar con todos los partidos», señaló Andueza.
Incluso, sobre una comparación entre Bildu y Vox, se mostró más amable con los proetarras: «Bildu tiene aún pasos que dar, somos conscientes de ello, que espero que en poco tiempo los den y de alguna manera consigamos una normalidad».
No hay comentarios:
Publicar un comentario