La fuerza y claridad del testimonio de cualquier víctima tiene una importancia fundamental para entender el sufrimiento y el mérito de sus vivencias.
La gran familia policial ofrece múltiples testimonios de ese sufrimiento y respuesta ejemplar. Un sufrimiento que durante mucho tiempo no fue exteriorizado ni valorado en su justa medida por la ciudadanía.
Esos testimonios son la mejor forma de elevar la voz de las víctimas sobre el ruido de la violencia. Es el modo de sacar del anonimato y del silencio a los policías asesinados y heridos. En definitiva, una lucha en la que las únicas armas son las palabras y el recuerdo.
Ese recuerdo es un testigo permanente de la brutal violencia con la que ha tenido que convivir la sociedad española y que ha roto de un modo cruel las vidas de tantos policías y de sus familias. - Fuente
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