01 feb 2023 - Fuente: Cope
La acción terrorista de ETA convirtió a los escoltas privados en los “ángeles custodios” de muchos políticos, empresarios, policías...A lo largo de sus 50 años de desenfreno terrorista, 11 de ellos fueron asesinados y otros muchos heridos. Llegó ha haber más de 3.000 aunque durante los años de plomo, apenas eran un ramillete de 40 los escoltas que se jugaban la vida por sus protegidos.
Escolta herido en un atentado de ETA perpetrado el 5 de diciembre de 1997. |
Es la historia de José María Lobato. Tenía 27 años cuando en diciembre de 1997 protegía la vida de la concejal del PP en San Sebastián, Elena Azpíroz.
La mañana del 5 de diciembre de aquel año, la policía había detenido a la Mesa Nacional de HB. En el ambiente flotaba la posibilidad de un atentado como respuesta a esa operación policial. Esa posibilidad se convirtió en realidad muy temprano.
Aquella mañana, Azpíroz, antes de salir de casa, comunicó a su escolta que había visto algo raro en la calle. Cuando Lobato fue a investigar lo que sucedía fue sorprendido por un terrorista, que no había visto en el interior de una furgoneta que levantó sus sospechas, y recibió un disparo en la cara. Tirado en el suelo, sangrando y esperando a ser rematado, Lobato pidió perdón por sus pecados y se preparó para lo peor.
Salvó la vida de milagro, pero su identidad quedó al descubierto. “En el hospital, alguien me dejó una nota en la que ponía que había sido una mala faena y se rematará” cuenta José María Lobato en esta entrevista.
Cuando fue dado de alta desapareció durante un tiempo como medida de protección. Después, todas las precauciones eran pocas. “Cuando tenía médico, pedía cita tres días diferentes y era yo quien decidía que día acudía” recuerda Lobato.
Nunca se arrepintió de ser escolta, pero sí le persiguió durante muchos años la idea de ser el responsable de la muerte de José Luis Caso a manos del mismo etarra que le disparó a él, por no haberlo detenido en su día.
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