Se confirma que la banda terrorista ETA guardaba en la casa de la localidad portuguesa de Óbidos casi 1.500 kilogramos de explosivo, el mayor arsenal incautado a la banda en los últimos diez años. Habían elegido la calle de la Paz para montar su fábrica de bombas. Creían que en Portugal podrían actuar sin la presión que sufren en Francia. Se equivocaron.