Alberto Jiménez-Becerril y su esposa Ascensión García
30 de enero de 1998
"ETA tenía una minuciosa información sobre las víctimas. La autopsia reveló que ambos fallecieron de sendos disparos en la nuca JAVIER CARABALLO
SEVILLA.- El atentado de la organización terrorista ETA que ayer costó la vida en Sevilla al concejal Alberto Jiménez-Becerril y a su esposa Ascensión García pudo ser cometido por un comando de ETA que se desplazó a la capital andaluza tras una prolongada labor de investigación de miembros de apoyo de la organización terrorista en la capital sevillana, según las impresiones que se manejaban anoche en fuentes policiales.
La forma cómo se produjo el atentado, el plan de fuga preparado que funcionó, al parecer, sin dejar ni tan siquiera el rastro de un testigo visual y el seguimiento que pudo hacer la banda terrorista del concejal asesinado en sus últimas horas de vida hacen pensar que ETA conocía a la perfección los movimientos de Alberto Jiménez-Becerril.
El seguimiento pudo iniciarse poco antes de las dos de la tarde del jueves cuando Alberto Jiménez- Becerril abandonó el Ayuntamiento de Sevilla con su esposa. Como recordaban ayer algunos de sus compañeros, Jiménez-Becerril y su esposa se despidieron con la frase de otros tantos jueves del mes, los únicos días en los que la pareja podía dejar a los niños con una canguro o con una hermana de la víctima para salir a "darnos un homenaje", cenar y tomar unas copas en los mismos pubs de siempre.
Esa reiteración, la salida cada jueves a cenar con amigos y tomar unas copas en pubs del centro de Sevilla, muy próximos a su vivienda, pudo ser, finalmente, la explicación a la pregunta mil veces formulada ayer, ¿por qué ha elegido ETA a Jiménez-Becerril y a su esposa y no a cualquier otro concejal popular del Ayuntamiento de Sevilla?
Un comando de apoyo, aseguran algunas fuentes, recaba información de una amplia lista de posibles víctimas y, al final, se decide "por la más fácil". Y Alberto Jiménez-Becerril y su esposa salían todos los jueves a cenar y regresaban a casa a primeras horas de la madrugada, solos, tras atravesar algunas calles estrechas y escasamente iluminadas.
Eso pudo ocurrir ayer. Jiménez-Becerril y Ascensión abandonaron el pub Trinity, en el Hotel Inglaterra, sobre las doce de la noche para tomar la última copa en otro pub, el Antigüedades, a poca distancia de su casa. En uno y otro sitio, Jiménez-Becerril y su esposa se encontraron anoche con los amigos de siempre.
SIN SOSPECHOSOS.- Poco después de la una y media de la madrugada (el atentado pudo producirse a las 01.35 horas) se despidieron y se dirigieron solos a su domicilio.
Al parecer, nadie levantó sospechas. Un consejero de la Junta de Andalucía, que estuvo cenando en un restaurante cercano, pasó por la esquina en la que se produjo el atentado poco después de la una y cuarto de la madrugada. Ayer aseguraba que "no recuerda que nadie estuviera apostado en la esquina o en algún soportal".
Los asesinos de Jiménez-Becerril pudieron seguirle los pasos desde su última despedida en el bar Antigüedades. Dos disparos en la nuca, según reveló la autopsia, y no más de 10 minutos para dejar el centro. Los vecinos oyeron unas detonaciones, pero cuando se asomaron a la calle sólo había dos cuerpos sobre el asfalto.
Este tipo de atentado es, precisamente, el que puede asentar la tesis de que la banda terrorista contaba con una detallada información de los movimientos de Jiménez-Becerril y su esposa y las posibilidades de fuga. La inquietud que ayer se apreciaba en algunas fuentes es cómo la banda terrorista puede contar en Sevilla en la actualidad con una red de informadores -posiblemente en sectores estudiantiles - cuando hace tan sólo cinco años, en 1992, se descartaba con rotundidad esta hipótesis gracias al dispositivo de información (rastreo de alquileres, traslado de funcionarios, etc) que tenía establecido la policía para prevenir atentados en la Exposición Universal."
Esperamos que a tan importante y señalada cita anual en la que toda Sevilla recuerda el asesinato de estos dos queridos convecinos, no se atrevan a acudir aquellos que se han alegrado por la derogación de la Doctrina Parot, o aquellos que invitan a fiestas y actos pro okupas a amigas de Arnaldo Otegui, o quienes invitan a Sevilla a miembros de organizaciones del entorno proetarra como LAB, u ong´s de apoyo a presos etarras.
Ellos saben quiénes son, y los sevillanos y sevillanas de bien también lo sabemos, y estaremos atentos para que no ensucien con su presencia partidista, hipócrita e interesada este acto sagrado de recuerdo y homenaje a las víctimas del terrorismo comunista y separatista.
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