En torno a las 5:30 horas del 17 de mayo de 1987, un vehículo utilizado como coche bomba por la organización terrorista ETA explosionó en la Calle del General Ibáñez de Íbero, a unos diez metros de la Dirección General de la Guardia Civil.
María Ángeles Ibáñez volvía de una celebración familiar. Ella resultó herida en el atentado perdiendo la visión del ojo izquierdo. Su madre, Carmen Pascual, murió en el acto.
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