Asier Uribarri y Lander Maruri Basagoiti fueron condenados en abril de 2001 como cómplices del asesinato de García Fernández. Los dos habían sido previamente condenados por pertenencia a banda armada. Aunque el fiscal del caso, Javier Balaguer, solicitaba para ambos 28 años de prisión por asesinato terrorista, finalmente la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional les condenó a 16 años al considerar probado que habían realizado diversos controles, seguimientos y vigilancias sobre el guardia civil José Manuel García Fernández para el Comando Donosti que fueron determinantes para su posterior asesinato.
«Conscientes plenamente de la condición de guardia civil del señor García Fernández, de la voluntad criminal de los miembros de ETA fallecidos -en referencia a los autores materiales del crimen, Salvador Gaztelumendi Gil, alias Andoni, y José Miguel Bustinza Yurrebaso, alias Iván, que murieron cinco meses después en un enfrentamiento con la Guardia Civil-, como del destino de la información recabada», ambos acusados facilitaron todos los datos obtenidos del agente a dicho comando, constató la sentencia.
La plaza de San José de Bilbao fue el escenario del último adiós a José Manuel García Fernández en mayo de 1997, después de 15 años destinado en cuarteles del País Vasco. Tenía 43 años. Dentro de un féretro cubierto por una bandera de España y a hombros de sus compañeros de la Benemérita, García fue despedido al son de la marcha fúnebre de Bach. Compañías de la Guardia Civil rindieron honores al paso de una comitiva compuesta por su viuda, quien recibió emocionada la Medalla al Mérito Policial, familiares, y representantes políticos. Sus restos fueron trasladados a la localidad asturiana de Pola de Siero, su lugar de origen.
«ETA pone de manifiesto lo único que ha puesto de manifiesto siempre, que su único proyecto de futuro, para nadie, es la pistola, la bomba, el coche-bomba, el secuestro y la muerte», fueron las palabras del entonces vicepresidente del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos. La banda terrorista reconoció la autoría del asesinato a través de un comunicado publicado en el diario Egin el 20 de mayo de ese mismo año.
Asier Uribarri, oriundo de Portugalete, vivía en un pueblo de Teruel y trabajaba en la central térmica de Endesa en Andorra cuando fue detenido en enero de 1998. Condenado en 2001, salió de la prisión de Zuera (Zaragoza) en febrero de 2018. Ahora va de número 4 en la lista de Bildu al Ayuntamiento de Maruri-Jatabe, donde en la actualidad la formación tiene 3 concejales, Begotxu Uribarri Ezpeleta, Juan Maria Oribe Cabieces y Kepa Elorduy Olazabal.
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