En el atentado de Sangüesa fueron asesinados Bonifacio Martín y Julián Embid |
De hecho, «prácticamente todos los encuestados reconocen que fue la actividad terrorista el motivo principal que precipitó su salida del País Vasco. Salvaguardar la vida era lo primero, no obstante, también manifiestan que el ambiente político existente, la opresión y la falta de libertad padecida por quienes no eran nacionalistas contribuyó, sin duda, a reforzar su decisión».
Esta expulsión de población se reflejó en un «deterioro espeluznante» de la demografía. Así, entre 1900 y 1975, la población vasca se multiplicó por 3,3, «casi el doble que en el resto de España, porque recibía mucha inmigración interna española y los nacimientos superaban por mucho a los fallecimientos».
Sin embargo, a partir de 1976 comenzó en el País Vasco un proceso de desmoronamiento demográfico «de hondas repercusiones negativas», especialmente intenso hasta 1995-2000, caracterizado por «la salida en masa de población hacia otras zonas de España y el extranjero, bien por amenazas directas de ETA y hostilidad a quienes no fueran nacionalistas, bien por dificultades económicas». Recuerda este informe que «la extorsión terrorista a empresarios que incluyó sonoros asesinatos y secuestros, tuvo necesariamente un efecto dañino en la economía».
Esto, a su vez, provocó «un hundimiento abrupto de la tasa de fecundidad» que también tuvo lugar en el resto de España, «pero en ningún lugar con tanta profundidad» como en el País Vasco.
El informe recuerda que estos dos fenómenos se dieron especialmente en las dos provincias «más vascas», Vizcaya y Guipúzcoa, donde mayor dominio electoral nacionalista hay.
Menos peso del PIB
Y esto también se vio reflejado en un importante descenso del peso del PIB vasco sobre el conjunto de España. Así, mientras en 1975 la economía vasca suponía el 7,8% del PIB nacional, en 2019 este peso era tan solo del 6%.
Hablan los expulsados
El informe del Centro de Estudios, Formación y Análisis Social del CEU ha realizado también una encuesta entre los desterrados del País Vasco como consecuencia del terrorismo de ETA y éstos señalan «la decepción con el Gobierno Vasco por su nula atención a la situación y necesidades de las víctimas del terrorismo y demás personas exiliadas que contrasta con la dispensada a descendientes vascos residente fuera de España por causas ajenas al terrorismo». Así, los emigrantes y sus descendientes que fueron a América tienen derecho a voto según el Estatuto de Guernica.
Se quejan también de que «pese a haber desaparecido la expresión más violenta del nacionalismo, el Gobierno Vasco no ha creado las condiciones educativas, lingüísticas y sociales para facilitar el retorno de los exiliados».
De igual modo, el estudio señala que «el Gobierno de España, al margen de las indemnizaciones correspondientes, no ha asegurado el resarcimiento al que tiene derecho las víctimas del terrorismo. No ha adoptado ninguna medida para devolverles los derechos de los que fueron despojados».
Electoralmente, Bildu se ha convertido junto a ERC en partidos de gran protagonismo político por la dependencia de la coalición PSOE-Unidas Podemos en el ejecutivo nacional. Por el contrario, la salida de un 10 % de la población total del País Vasco por motivos de discriminación y amenazas, no ha sido reconocida, ni integrada, favoreciendo de esa forma la eliminación de la pluralidad política vasca. La consecuencia es la consolidación de la comunidad vasca como un elemento nacional con derecho a un proceso de autodeterminación, a costa de una parte de la sociedad vasca, impulsada a un exilio permanente, por el contexto discriminador creado por unas instituciones autonómicas ideologizadas.
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