En un informe hecho público este martes por el Colectivo de Víctimas del País Vasco (Covite), se denuncia que 44 candidatos de las listas electorales de esta coalición en País Vasco y Navarra para las próximas elecciones del 28 de mayo, fueron condenadas por los tribunales de justicia por formar parte o haber colaborado con la banda criminal durante los años en la que mantenía su actividad con coches-bomba, tiros en la nuca, secuestros o extorsiones a empresarios.
En este caso son terroristas con graves condenas a sus espaldas. De hecho, 7 de los 44 integrantes de las listas electorales de Bildu tienen delitos de sangre. Pero el presidente del Gobierno ha ignorado a Gamarra, incapaz de improvisar una respuesta a la portavoz del PP.
En esas listas electorales para el 28-M hay 7 etarras con delitos de sangre que fueron condenados en su momento a muchos años de cárcel. Ahora tienen opciones de conseguir escaño.
Las víctimas, vidas rotas por ETA
En 1978 fueron asesinados por la banda asesina Alberto Negro Viguera y Andrés Guerra Pereda. Entre los que colaboraron en el asesinato estaba José Antonio Medius Torre Altonaga, que fue condenado a 20 años de prisión en 1981. Hoy forma parte de la lista a la alcaldía de Munguía (Vizcaya) como suplente número 2.
El asesinato de José Antonio Julian Bayano en 1983 fue cometido por Tinín, alias de Agustín Muiños Dias, que figura como número 6 de la lista a la alcaldía de Legutiano (Álava).
La número 3 en la lista a la alcaldía de Régil (Guipúzcoa) fue la etarra Begoña Uzkudun Etxenagusia, que fue condenada a 18 años de prisión en 1989 por el asesinato de José Larrañaga Arenas cinco años antes. La etarra dio la información fundamental para que la banda terrorista pudiese asesinar a Larrañaga, informando de en qué momento se encontraba en la localidad, a la que iba esporádicamente.
Además, esta asesina de la banda terrorista fue condenada 106 años de reclusión mayor por encubrimiento en el atentado cometido en Zarauz el 28 de junio de 1986. En el mismo falleció prácticamente en el acto el guardia civil Francisco Muriel Muñoz. Dos años después, y como consecuencia de las secuelas del atentado, falleció José Carlos Marrero Sanabria.
En 1984 la banda terrorista ETA asesinó a Jesús Alcocer Jiménez. El actual número 3 en la lista a la alcaldía de Berrioplano (Navarra) fue el encargado de realizar el control y el seguimiento de los movimientos de la víctima. Por ello fue condenado en 1989 a 29 años de prisión.
El etarra Juan Ramón Rojo González -que fue condenado en 1996 a 30 años por el asesinato de Francisco Gil Mendoza en 1991- figura como número 21 en la lista a la alcaldía de Irún (Guipúzcoa).
También en 1997 fue asesinado el guardia civil José Manuel García Fernández. Cómplice del asesinato, por el que fue condenado a 16 años en 2001, fue el etarra Lander Maruri Basagoiti, que hoy forma parte de la lista a la alcaldía de Ciérvana (Vizcaya) como suplente número 2.
Todos estos asesinos etarras tienen ahora la posibilidad de obtener un escaño en las elecciones municipales del 28 de mayo. Los mismos con los que Pedro Sánchez lleva negociando toda la legislatura.
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