Madrid 31 jul 2021
Este viernes se cumplieron doce años desde que la banda terrorista ETA puso fin a décadas de brutales atentados que mantuvieron a nuestro país en vilo. Fue el 30 de julio de 2009, tras el asesinato de dos guardias civiles en Mallorca, cuando la banda terrorista aparcó las armas. Eso sí, ya era demasiado tarde porque ya nada podría mitigar el dolor que habían causado a las víctimas y todos sus allegados.
Si extrapolamos el fin de ETA con sus inicios, llama la atención la forma en la que se formó la organización terrorista. Durante años se han venido forjando diversas teorías. No obstante, lo que no muchos saben es que realmente su origen queda marcado por un club clandestino de jóvenes elitistas que, con el paso de los años, habían comenzado a ganar mayor interés en la política.
Ekin, el germen que dio origen a la banda terrorista
Fue a finales de la década de 1940, con la dictadura de Francisco Franco, cuando los militantes del Partido Nacionalista Vasco habían comenzado a sentir una fuerte apatía hacia la política. Fue así como los dirigentes decidieron que había llegado el momento de atraer a los más jóvenes a sus filas y lo hicieron a través de la organización juvenil del partido, Euzko Gaztedi Indarra (EGI), una nueva vertiente después del desmantelamiento de Eusko Ikasle Alkartasuna (EIA), un grupo estudiantil.
Ahora bien, no satisfechos con los grupos que se habían originado, surgió Ekin en el año 1952. Al principio solo pretendía ser un grupo de estudio universitario, en el que había integrados hijos de familias acomodadas vascas e incluso algunos miembros de la antigua EIA detenidos tras ser desmantelado el grupo estudiantil. No obstante, y ante el temor de que el régimen pudiera volver a tumbarlo, tomaron la decisión de permanecer cerrados a nuevos miembros y sus reuniones pasaron a ser clandestinas.
Cambio ideológico y nacimiento de ETA
Como ya venimos contando, Ekin nació como un grupo de estudios universitario en el que el tema principal de conversación era la cultura, por no hablar de que siempre había existido un fuerte respeto por el PNV y sus ideales. No obstante, hacia 1953, Ekin abrió fronteras y optó por impartir cursos de formación para captar nuevos miembros integrantes del grupo.
No fue hasta acercarse al propio Partido Nacionalista Vasco cuando conocieron a EGI. De hecho, los objetivos del PNV, ante el peso que había comenzado a ganar Ekin, eran integrarlos con su organización juvenil (EGI) y conseguir así el control total sobre la misma. Objetivo que consiguieron en el año 1956.
Ekin no se quedaría de brazos cruzados y denunciaron las presiones que habían recibido desde arriba. Esto, por supuesto, no hizo más que incrementar la tensión, especialmente después de que el 1958, la ejecutiva del PNV decidiera echar de EGI a Benito del Valle, uno de los miembros de Ekin. Esto fue la gota que colmó el vaso. El club elitista no aceptó esta expulsión y se produjo la gran división en el seno del grupo: por un lado los fieles a PNV y por el otro los creadores y seguidores de Ekin.
Jamás llegaron a aceptar ni la fusión con EGI, tampoco el control del PNV sobre ellos y por supuesto tampoco la expulsión de uno de sus miembros. Fue así como en el verano de 1959, Ekin decidió formar una nueva organización que pudiera dar continuidad al proyecto que habían comenzado años atrás: Euskadi Ta Askatasuna, o más comúnmente conocido, ETA.
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